Chuck (Patton Oswalt), un padre distanciado que desea desesperadamente volver a conectar con su hijo Franklin (James Morosini), se hace pasar por una camarera en Internet para hacerse amigo suyo en redes sociales. Pero las cosas empiezan a complicarse cuando Franklin se enamora de esta chica imaginaria y se propone conocerla en persona.
Más allá de ser una comedia, es interesante cómo explora uno de los principales problemas de la sociedad contemporánea, que es el de un adolescente con padres distanciados.
“Mi padre me pidió que te dijera que no fue así”, dijo James Morosini en una entrevista, quien también es el que hace el papel de Franklin. Más allá de algunas situaciones particulares un poco inverosímiles, que uno puede suponer que son parte del aditivo para que se convierta una película, es lógico pensar que lo que dice es real, porque la película hace un muy buen trabajo para darle credibilidad a la historia.
Partiendo de esto como base, es genial poder intentar ponerse en la cabeza del director y protagonista para entender cómo fue posible que convirtiera una situación tan complicada en un guion que provoque risas
En esta más que disfrutable comedia, hay una muy buena actuación de Patton Oswalt en el papel de Chuck y la química que tienen en pantalla con James Morosini es muy destacable