En Ghostbusters: Apocalipsis Fantasma, la familia Spengler regresa al sitio donde todo comenzó, a reunirse con los Cazafantasmas originales, quienes han desarrollado un laboratorio ultra-secreto que permitirá acceder a un nuevo nivel en la cacería de fantasmas. Pero el descubrimiento de un antiguo artefacto libera un ejército de fantasmas por lo cual las dos generaciones deberán sumar esfuerzos para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Era del Hielo.
Estamos ante un renacimiento que rinde un muy buen homenaje a los participantes de la original de los 90, quienes, “sin querer queriendo”, terminan siendo protagonistas acá. La película logra capturar la esencia de las clásicas, encontrando su propio camino en la narrativa actual.
Si bien algunos podrían percibir algunos momentos en los que la trama parece frenarse un poco debido a las múltiples referencias a sus predecesoras, estas pausas permiten una reflexión, poniendo al día al público juvenil que no las haya podido ver en su momento.
En lo personal, la historia me llevo a visualizar otras peliculas como La Momia con Brendan Fraser, o, siendo más actual, a la serie Stranger Things, más que nada por algunos efectos especiales que constituyen en mi concepto puntos adicionales a favor.
Aprovechen para verla en familia. Quienes los tengan, vayan a verla con sus hijos; a ellos les encantará y a ustedes le traerá muy buenos recuerdos. No solo entretiene, sino que une a las generaciones.