Antoine y Olga, una pareja francesa interpretada brillantemente por Denis Ménochet y Marina Foïs, intentan establecerse en una pequeña aldea del interior de Galicia, pero pronto se ven envueltos en una intrincada red de tensiones con los lugareños, especialmente con los hermanos Anta.
Desde el primer minuto, la tensión entre los personajes es palpable y va en aumento a medida que avanza la trama, manteniendo al espectador en vilo y generando momentos incómodos en la butaca. El gran trabajo actoral se ve respaldado por una dirección excelente, que logra capturar la atmósfera única de la región, transmitiendo la complejidad de los conflictos.
La película es un viaje emocional, donde las diferencias culturales y sociales se enfrentan en un entorno rural pintoresco pero lleno de tensiones, generando una experiencia cinematográfica que no dejará a nadie indiferente.