Las Críticas del Vasco

Animación para toda la familia en un contexto épico chino
Magnus vive en el Reino de Terracota. Su destino es ser un recluta para toda la eternidad. Sin embargo, su sueño es convertirse en un gran guerrero. Para lograrlo debe capturar a Kunlun y durante su aventura conoce a una chica misteriosa llamada Jade.

Aunque está dirigida a un público objetivo infantil, no deja de resaltar valores tales como la amistad, el compañerismo, la perseverancia y la lealtad, dentro de un contexto épico chino basado en parte de su patrimonio cultural: el Mausoleo del Primer Emperador Qin y el Ejército de Terracota.

En líneas generales es bastante entretenida, ideal para ver en familia. Tiene además algunas sutiles alusiones a otras películas icónicas de animación como La Era del Hielo, Shrek, e incluso Avatar. Me hubiera encantado verla sin doblaje. Para eso, tendré que esperar al Blue Ray

De la cima a la sima

Cuando repasamos la vida y obra de la compositora y directora de orquesta, Lydia Tar, pasando por su máximo momento de fama y gloria hasta la caída hasta los más bajos escenarios, la película nos plantea interrogantes.

¿Que la lleva a ese descenso? ¿Su condición de mujer en un escenario dominado mayoritariamente por hombres? ¿Su orientación sexual? ¿Su modo de ser, más allá de las dos anteriores?

Cada uno de nosotros puede elegir entre una de las tres opciones. O quizás las tres a la vez.
Lo más destacable es la actuación de Cate Blanchett, que demuestra por qué fue nominada al Oscar. Como punto negativo, me resultó innecesariamente larga

La sencillez de una pequeña obra de arte

Como en los cuentos de Poe, donde el autor no se esfuerza en ocultar el yoismo porque sabe que el producto es bueno, Steven Spielberg sabe que “Los Fabelman” es un buen producto, más allá de los nombres propios.

Estamos ante una historia simple, que puede asumirse como autobiográfica del director, de una familia tipo judío/estadounidense que cuenta con un ingeniero de sistemas y una ama de casa ex pianista y sus hijos, mostrando sus anhelos, frustraciones, alegrías, amores y desengaños.

Seguramente, muchos de nosotros nos veremos reflejados en esos personajes. Cabe destacar a la banda sonora que acompaña permanentemente los estados de ánimos de los personajes en cada escena.


La vida secreta de las estrellas

Mas allá del éxito, la fama y el glamour, “Quiero bailar con alguien” explora la manipulación de la que es objeto una estrella.

En este caso particular, hablamos de Whitney, pero perfectamente la vista se podría aplicar a cual otra figura, ya sea del ámbito artístico, profesional e incluso futbolístico.

La artista es vista por las productoras, representantes e incluso la propia familia como una maquina de hacer dinero. ¿Que tanto estás dispuesto a ceder en pos de eso? Mas alla de esto, inmejorable oportunidad para admirar la voz maravillosa de esta cantante.

 

Los jóvenes podrán explorar el “humor cancelado”

Se me hace difícil eliminar todo rastro de preconcepto al comentar una película argentina, más aún teniendo en cuenta el tema que trata “El Método Tangalanga”, que explora los inicios de un joven empleado, tímido y retraído, que al amparo del anonimato telefónico comienza a adquirir confianza para realizar chistes y cargadas telefónicas, así como para mostrarse “tan galán” con las mujeres.

Las situaciones que se generan me retrotraen a la época de Olmedo y Porcel, humor hoy por hoy en situación de “cancelado”.

Me llamaron la atención la cantidad de risas juveniles que escuché en sala, lo que me lleva a pensar que tal vez no estaría tan mal volver a analizarlo.
Quiero destacar la muy buena reconstrucción de época de los años 60. ¿Dónde habrán conseguido ese grabador a cinta marca Geloso? Quiero uno. Por otro lado, los personajes, un vendedor chanta, un típico jefe y el director de un hospital, están muy bien logrados.

Una mirada introspectiva de Hollywood

Desde los locos años 20 en adelante, “Babylon” va recorriendo la industria del cine desde sus inicios, con abundancia de sexo, drogas y jazz. Paulatina e inexorablemente se van reflejando cambios en la tecnología, siendo el más significativo el advenimiento del cine sonoro, donde los actores, actrices e incluso personal técnico deben adaptarse a esta nueva manera de filmación, con los miedos que ello genera.

Aparecen pérdidas de empleos, donde el famoso cartel de diálogo del cine mudo deja de tener sentido, voces que no se adaptan al personaje, e incluso diálogos que directamente pasan a ser una risa cuando antes se veían esplendorosos en el cartón. No todos podrán sobreponerse a esa reconversión laboral, y por ahí pasa lo interesante de la película, donde inevitablemente uno piensa en los creadores y actores de Chaplin, Laurel y Hardy, Los Hermanos Marx, y otros tantos.

 

El título en español no le hace justicia al contenido


Una película que se llama “Un vecino Gruñón” hizo que no me generara demasiadas expectativas. Sin embargo, me encontré con una comedia dramática y emotiva, excelentemente actuada, con un argumento que puede decirse que es simple, pero donde lo importante es que te hace sentir identificado desde el principio.

Son cosas que pasan en la vida real, y el director se encarga de graficar esto muy bien, para que uno como espectador conecte sentimentalmente enseguida. De a poco te vas enterando todo lo que le va pasando al protagonista y los motivos de su transformación, ya que en principio es un amargado estricto con el orden y las reglas, pero a medida que avanza el tiempo te vas dando cuenta de por qué pasa eso y hay varios momentos donde el drama se transforma en comedia, con escenas que te sacan varias sonrisas.

No quiero decir mucho más de lo que dice el trailer, porque hay que ver y descubrir. Es tan buena que me quedé hasta los títulos del final procesando lo que acababa de ver.

¿Celebramos o le tememos a los avances de la tecnología?

Por Juan Pablo Aguirre

Cuando su madre desaparece estando de vacaciones en Colombia con su nuevo novio, su hija utiliza toda la tecnología a su disposición para intentar encontrarla antes de que sea demasiado tarde.

Existe un nuevo género dentro del terror llamado “Screen Horror” que es una mezcla de “Found Footage” (Proyecto Blair Witch) y “Falso Documental” (Rec), pero donde el espectador observa toda la acción a través de pantallas de computadoras y celulares, y se sumerge en una historia que sentimos que podría ser real.

La película referente de este subgénero es SEARCHING, del año 2018. Allí, una adolescente desaparece y el padre decide hurgar en su computadora mientras va encontrando secretos.

DESCONECTADA mantiene esta premisa, oficiando como una especie de secuela de la anterior y revirtiendo los roles, ya que es una hija que busca a su madre. No es necesario haber visto su antecesora para disfrutarla. Son historias independientes.

DESCONECTADA nos ofrece una historia con ritmo vertiginoso, ágil y fácil de seguir. Las situaciones suceden tan rápido y la tensión que nos transmite la protagonista es tanta, que quienes tenemos ciertos conocimientos informáticos y detectamos algunas situaciones inverosímiles en el guión, no nos detenemos en eso y las dejamos pasar, por lo entretenido de la historia, que tiene muchas vueltas de tuerca vistas desde diferentes perspectivas, basándose, entre otras cosas, en pistas falsas y volantazos que nos obligan a estar pendiente de cada detalle.

Las actuaciones son muy creíbles. Se destaca Storm Reid, su protagonista, quien ya nos había demostrado sus cualidades en El Hombre Invisible (2020). En este caso muestra su solvencia cuando de un momento a otro pasa de ser una típica adolescente yanqui que va de fiesta en fiesta, a una mujer madura que se pone al hombro la investigación.

Hay un alto grado de dificultad para llevar a cabo estas “películas que suceden 100% en pantallas”, y uno se pregunta cuánto durará el subgénero. DESCONECTADA, a pesar de basarse en la tecnología, es una efectiva película de suspenso a la antigua, con una buena historia.

Sutilezas simbólicas con el sello Aronofsky

Por Juan Pablo Aguirre

Un solitario profesor de inglés con obesidad severa (Brendan Fraser) intenta reconectar con su hija adolescente en una última oportunidad de redención.

Darron Aronofsky (Requiem por un Sueño, El Cisne Negro, Noe y Mother entre otras) no le tiene miedo a incursionar en distintos géneros. Fue responsable de películas tan variadas como impactantes como Pi (1998), Requiem por un Sueño (2000), El Luchador (2008), El Cisne Negro (2010), Noe (2014) y Mother (2018).

“La Ballena” nos presenta una historia oscura, sombría y llena de simbolismos. Sucede en su gran mayoría en un cuarto. Mediante el desarrollo de los personajes y sus acciones nos vamos encontrando con una especie de diagnóstico de la condición humana, algo que va muy de la mano del estilo que ha construido el director.

Las sutilezas que maneja implican que no es una película para todos. “Exprime el cerebro”, interpela, hace pensar. La obesidad mórbida, la homosexualidad y la religión son simples pantallas para tratar temas como frustraciones, anhelos, desencuentros, perdón a uno mismo e intentos de resolución de temas pendientes, entre otros. Cualquier persona que haya hecho terapia en algún momento de su vida puede comprender la complejidad que implican. Si una película los trata con liviandad, o de forma panfletaria, se nota enseguida. Por suerte, gracias a su consagrado director, es lo opuesto.

Brendan Fraser la rompe. El papel no solo es difícil por lo que debe haber implicado el tiempo de maquillaje y el hecho de ponerse en la mente de una persona con esos problemas, sino por lo desgarrador de cada situación dramática que apela a lo más profundo del que está mirando. ¿Oscar asegurado?

Me encanta cuando todos los personajes secundarios están bien construidos. Hong Chau, que interpreta a su cuidadora y amiga, tiene más que merecida su nominación a los Oscar, a pesar de no ser la favorita. Maneja una gama de emociones que encajan perfectamente con lo que el guión apunta. Ty Simpkins (pastor evangélico) y Sadie Sink (su hija) no se lucen tanto porque el guión así lo pide

Las películas de Darron Aronofsky generan opiniones extremas. Las amás o las odiás. Yo estoy del lado del que las ama, y “La Ballena” seguro entra en el top 3 de su filmografía. Aunque los que estén del otro extremo puedan odiarla, garantizo que no saldrán de la sala indiferentes.

Dame al Chamán Coreano en Lugar del Sacerdote Yanqui

Por Juan Pablo Aguirre

Luego de la muerte de su esposa en un accidente automovilístico, un arquitecto y su hija se mudan a una casa de campo mientras intentan reconstruir su vida. La niña comienza a actuar raro, y de un momento para otro desaparece dentro de la propia casa, generando que el hombre haga lo que sea por hallarla, encontrándose con respuestas que apuntan a lo sobrenatural y con poco tiempo para actuar

Contada de esta forma, podría sonar similar a las tradicionales películas de Hollywood. Sin embargo, en ella podemos apreciar varios aspectos de la sociedad coreana a los que no estamos acostumbrados, que difieren mucho de los de occidente e implican una construcción de la trama distinta a lo que solemos ver en las películas más populares

¿Se nos ocurre en nuestro país que un padre no tenga la más mínima idea de la personalidad de su hija? ¿Existen familias donde la madre viva únicamente para la crianza y el padre 100% para el trabajo prácticamente sin vida social, creyendo que arregla las cosas regalándole muñecas a su hija? Quizás haya excepciones que confirman la regla, pero no es lo habitual. Esto nos interpela y nos hace reflexionar sobre las diferencias culturales y los motivos de sus acciones.

Otro aspecto diferente y destacable es que cuando pensamos en comportamientos extraños, desapariciones, y presencias sobrenaturales o demoníacas, generalmente se nos vienen a la cabeza los curas exorcistas como recurso cinematográfico. Aquí predomina el simbolismo de ese país, con rituales hechos por chamanes y sus correspondientes talismanes, utilizando métodos pocos convencionales para comunicarse con espíritus

La historia nos deja siempre con ganas de más, generando de a poco tensión, ansiedad y momentos terroríficos que no se limitan a hacernos saltar de la butaca, haciendo de este debut del director Kwang-bin una película ideal para amantes del género que buscan algo distinto, y particularmente imperdible para fanáticos de Ringu (La Llamada) y Ju-On (El Grito)