Después de que los disturbios del Black Friday acaben en tragedia, un misterioso asesino inspirado en el Día de Acción de Gracias aterroriza Plymouth, Massachusetts, el lugar de nacimiento de la infame festividad.

Estamos ante el mejor slasher de la década, y creo no exagerar. Empieza con un desastre producto del consumismo desenfrenado, lleno de personajes odiosos que serán desarrollados progresivamente,  evidenciando la peor faceta de los yanquis, solapando así críticas a esa forma de vida (y sin bajar línea, algo que se agradece).

Tiene de los mejores comienzos de una película de terror gore en mucho tiempo, marcando el tono de lo que vendrá después donde, sin querer spoilear,  las muertes que se dan en ese principio nos agarran de imprevisto y recuerdan a lo mejor de la saga de Destino Final.

Se nota la inspiración de las mejores películas del género de finales de los 90 y principios de los 2000 como Scream, Leyenda Urbana y Bloody Valentine, y le agrega un toque moderno y grotesco al estilo de Terrifier, lo cual la hace mucho más original y disfrutable ya que es exagerada, brutal como para pensar en varios momentos que se les fue la moto, y llena de asesinatos creativos y divertidos.

Como fanático de los slashers en general, la película me hizo disfrutar como hacía mucho no pasaba. Es tranquilamente una de las mejores películas no irónicas de recuento de cadáveres. Espero múltiples secuelas y una franquicia a seguir,al igual que sucede con Terrifier, pero en este caso con una película mucho más seria. Gracias, Sr Roth, lo quiero mucho.