Desde la muerte de su esposa embarazada hace 13 años, Victor Fielding (Leslie Odom Jr.) ha criado a su hija Ángela (Lidya Jewett) por cuenta propia. Ángela y su amiga Katherine (Olivia O’Neill) desaparecen en el bosque y regresan tres días después sin poder recordar lo que les ocurrió y tienen comportamientos raros. En su desesperación, Victor buscar a la única persona viva que ha presenciado algo parecido antes: Chris MacNeil (Ellen Burstyn).

Pensaba que “El Exorcista 2” era lo peor que se podía hacer con ese nombre. Sin embargo, al menos esa se puede llegar a considerar entretenida, de lo mala que es. Esta “secuela” de El Exorcista ni siquiera llega a eso. Los personajes son genéricos y aburridos. Nos da exactamente lo mismo si los meten en una de las torturas de “El juego del miedo” o si se salvan.

El guión es tan malo que todo lo que intenta mostrar pasa de un momento a otro, sin explicación, con monólogos vagos que van largando información conveniente para su “desarrollo”. Para peor, ni siquiera es efectiva asustando. No pasa nada. La escena más “terrorífica” se da cuando el protagonista se encuentra con una serpiente que aparece abajo de una píedra. Eso ya dice mucho.

La juventud no es idiota

Otra cosa que la hace inmirable es su fracasado intento de apelar a lo políticamente correcto para atraer a la juventud. Supongo que para que no lo acusen de que dice que una religión es superior a la otra, y de paso cubriendo la cuota racial, se le ocurre poner a una afrodescendiente con rituales africanos y a un pastor pentecostal, sin que exista un cura católico en casi toda la película. Parece como si el director no hubiera visto la original.

Para forzar temas progresistas del momento, no tienen mejor idea que poner a una ex monja que había abortado, y a Chris McNeal (la de la original) diciendo la que probablemente sea la peor línea de diálogo de la historia del cine de terror, cuando le preguntan por qué no la habían dejado entrar al cuarto mientras le hacían el exorcismo a su hija Regan. “No me dejaron entrar por culpa del patriarcado”, responde. No es un chiste.

Cuando todo es malo es difícil pensar qué es lo peor. ¿La presencia innecesaria y traída de los pelos de Chris durante 15 Minutos? ¿Los efectos especiales que parecen de un videojuego de Play Station 1? ¿Los momentos que deberían asustar y no hacen ni reír? ¿Que metan rituales de religiones africanistas porque sí? 

Apagar todas las luces de tu casa y hacer silencio genera más atmósfera y miedo que esta película. David Gordon Green, su director, debería pedir disculpas . Hay una escena donde una de las poseidas se pone a gritar “THE BODY AND THE BLOOOD!” varias veces. No solo no asusta la primera vez que lo dice, sino que lo repite como 15 veces. Asusta más el grito de LET THE BODIES HIT THE FLOOR de la banda Drowning Pool. Dejo un link al video de Drowning Pool, que asusta mucho más que esta porquería.

Juan Pablo Aguirre